Ahora, el DTH
La ofensiva contra Clarín. El fútbol para todos. La Ley Anti-Clarín. El ADN compulsivo.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
Para marzo, a más tardar en abril, el gobierno planifica tener listo el DTH.
El Sistema DTH será letal, en principio, para Direct TV, de la Liberty.
Sin embargo el interés prioritario reside en afectar, según nuestras fuentes, a Cablevisión. Empresa de colección del Grupo Clarín.
Pese al escepticismo explicable de los que se quedaron afuera, hoy se trabaja, para el objetivo del DTH, con una discreción que se asemeja bastante al secreto.
En realidad, cuesta averiguar, en la somnolencia de los ámbitos oficiales, quién lleva el tema. Hay, al respecto, más afuera que adentro.
La base legal es el Decreto 943, del 22 de julio de este año. Firmado por La Elegida, señora Cristina Fernández, y Aníbal, El Premier.
Pasó inadvertido -el decreto-, merced a la larga siesta del desconocimiento que encara el periodismo argentino. Pero puso en guardia, según nuestras fuentes, a los directivos menos distraídos de Direct TV. Pronto se calmaron al percibir que la perversidad del decreto tiene como destinatario a Cablevisión.
Enuncia el 943: «Autorízase al Sistema Nacional de Medios Públicos la instalación, funcionamiento y operación de un sistema de Televisión Satelital a nivel nacional, con un paquete de señales educativas, culturales e informativas».
El asunto del DTH debe ubicarse entre los pliegues de la inagotable competencia de Tristán Bauer. Es el cineasta de otro pozo, titular del conjunto anacrónico de medios estatales.
Pero sobre todo debe indagarse entre los atributos del activo santo hereditario. El descendiente del «lirio de las pampas patagónicas». Trátase del ingeniero Ceferino Alberto Namuncurá, actual Interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones. Ampliaremos.
Geoestacionario, el satélite
La sigla DTH se decodifica, en gabacho básico, «Direct to home».
Recomiéndase, para quien quiera saber más, la lectura del libro «Sistema DTH», de Jorge Matos Gómez y Jorge Luis Matos Baullcells.
Los especialistas emiten loas científicas hacia la alucinante transmisión televisiva digital. A través, en el Sistema DTH, de los «satélites geoestacionarios». Para la captación de cientos de programas simultáneos. Y con un costo comparablemente reducido.
El usuario tendrá que disponer, apenas, de una «antena parabólica». De diámetro insignificante.
La complejidad geoestacionaria del satélite, el «estándar de comprensión y de transporte (MPEG 2), y el estándar de transmisión (DVB-S)», sirve para anticipar que, a través de «la gama múltiple de servicios interactivos» del Sistema DTH, pronto podrá ofrecerse un paquete televisivo infinitamente superior al que hoy prolifera en el mercado. Pero por la tercera parte del precio mensual que ofrece su mercadería Direct TV. O Cablevisión. Con el agregado hegemónico, cautivante para el paquete. El fútbol.
Aquí, más que un problema técnico, se requiere una decisión política.
Porque se debe cancelar el mito libertino de la gratuidad, que destruye el negocio. En adelante, si se aplica el DTH, para ver fútbol habrá que pagar. Aunque sea muy poco.
Descuartizamiento
Para descuartizar al Grupo Clarín, lo primero que hizo Jack El Descuartizador, o sea Kirchner, fue amputarle el brazo fundamental del fútbol.
Del «secuestro de los goles» elitistas del Macaya de primera, se saltó, abruptamente, hacia la utopía del «futbol para todos». Para lucimiento de los regocijantes lugares comunes del señor Apo. La sobriedad de Julio Ricardo. La algarabía de Araujo.
La experiencia del fútbol gratuito es -según informe de Consultora Oximoron- económicamente catastrófica. Pero políticamente es bastante redituable.
Conste que, desde la pelota, se mantiene entretenida, en exceso, a la parte mayoritaria de la población. Con un programa viable desde el viernes, a las siete de la tarde, hasta el domingo a las once de la noche. Aunque la orgiástica repartija de los partidos sucesivos llega, a esta altura, hasta el lunes.
El producto se abarató, y, en cierto modo, por acumulativa monotonía, se aberretó.
El espectáculo, al comienzo, fue lo suficientemente deplorable. Al extremo de legitimar la afirmación: «Volvé, Clarín, te perdonamos».
Pero los muchachos se afianzaron, aunque las imágenes sean aún desastrosas.
Si se avanza con el DTH, el fútbol gratuito para todos tiene, paulatinamente, que terminarse. Pero es más difícil salir del fútbol gratis que del alcoholismo. Sobre todo después de tanta bravuconada demagógica. Hay que decirles ahora, a los votantes, que, para ver a Boca o River, habrá que poner alguna moneda.
Ofensiva marco
La modernidad del DTH tiene invariablemente que ser analizada en el marco de la ofensiva de Kirchner sobre el Grupo Clarín.
Por los avances que se registraron, decisivamente demoledores, el Grupo Clarín asiste al espectáculo sombrío de la íntima devaluación espiritual.
Seis meses atrás, el Grupo Clarín entero valía, según nuestras fuentes, muy poco menos de cinco mil millones de dólares. Con transparente dolor debe decirse que hoy todo Clarín vale, apenas, mil seiscientos.
Sin embargo, Kirchner, irreparablemente, pretende lacerarlo, todavía más. Completar la ceremonia del descuartizamiento.
El propósito -según evalúa Consultora Oximoron- consiste en obligarlos a vender. Como saldo.
Cuando no les quede más aire, y se encuentren, ante la carencia de conducción, en la anarquía del naufragio.
Kirchner acosa, a Clarín, a través de la totalidad de los frentes disponibles.
Los directivos del Grupo exhiben sólo perplejidad. Ellos se encuentran inmersos en el dilema ontológico. Alude a la cuestión del ser. Del haber sido. El drama metafísico es de identidad básica.
Ocurre que El Trío, que componen Magnetto, Aranda y Pagliaro, se había habituado a la cotidianeidad de las ventajas. Hoy padece un conmovedor quebranto moral.
Conste que El Trío se encontraba exclusivamente preparado para el acto reclamatorio de cobrar. Por ventanilla, sin hacer cola. Para ir hacia la exigencia del frente. Sin extraviarse en la distracción de las estrategias defensivas.
Creyeron que nunca, ningún suicida, iba a atreverse a atacarlos.
El poder de disuasión de Clarín, hasta la pelea con Kirchner, se fundamentaba en la certeza errónea de creer que nadie podía soportarle cuatro portadas adversas. Ni siquiera tres días de encabezamientos en los títulos negativos de TN.
Por lo tanto se desmoronó, incluso, hasta el mito plácido.
La decisión de refugiarse, en el ejercicio del periodismo, es tardía.
También resulta ilusoria la esperanza que le brinda la justicia. O, apenas, la soga de la Suprema Corte.
Si triunfan, en los eventuales juicios, en nombre del Gorro Frigio tendrá que pagar Cobos. Macri. Tal vez, Caselli.
Kirchner puede gritar como en el barrio: «Pelito pa la Vieja».
Patente de guapo
Desde la lona, después de amputarles la explotación del fútbol, Kirchner les hizo la transfusión de sangre de La Ley. La Anti-Clarín. Sirvió para que sacara, inútilmente, otra vez patente de guapo.
Entre avances y retrocesos, amputaciones y soldaduras, Kirchner les manoseó también la megafusión, de CableVisión-Multicanal.
Pero también le amaga, con el rostro grave de Moreno, con seccionarle Papel Prensa. Aunque sólo sea para asustarlos. Para distraerlos con el humo que oculta el próximo transplante.
A la caravana quirúrgica se le debe sumar el cerco humanitario.
La compulsividad del ADN no se impulsa exclusivamente, según nuestras fuentes, para cercar a la directora nominal, señora Ernestina Herrera de Noble.
Porque el ADN compulsivo se impulsa, según Gargantas, para entrometerse con los hijos de otro alto ejecutivo del Grupo. A quien el Proceso Militar, insisten lenguaraces, le resolvió también el problema de la familia.
Si no se va a ampliar en la materia, es por instrucción precisa del director del Portal. La temática le disgusta. Preferible entonces es centrarse en el Sistema DTH. «Directo para el hogar». Televisión digital a través de satélites geoestacionarios, indispensables para el ama de casa.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsísDigital
Continuará
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