La “wificación” del conurbano
No van por Papel Prensa. Van por Fibertel.
Artículos Nacionales
escribe Oberdán Rocamora
Redactor Estrella, especial
para JorgeAsísDigital
«Antes de ir por Papel Prensa, Kirchner va a ir por Fibertel».
Lo confirma la Garganta inapelable.
«Los cables van a pasar a la historia».
Al menos, entre cinco o siete distritos del conurbano bonaerense, tendrán, pronto, Wi Fi.
Internet gratis, para la comunicación popular.
Aproximaciones hacia la ternura perdida de las capas medias.
Los que tengan una laptop, sin inconvenientes podrán chatear, acaso, desde cualquier esquina de Morón. «A la luz del farolito». O desde un bar de Almirante Brown. O desde el banco de una plazoleta de Lomas de Zamora.
¿De Quilmes, acaso? Es posible, como de Lanús.
De Tigre, seguramente, no. Aunque la zona es más apta por la infraestructura. Pero ocurre que lo tildan, a Massa, como punto muy cercano al Grupo Clarín.
Más probable es que sea San Isidro. La ficha es segura. O Avellaneda. Las próximas Ciudades Wi Fi. Espacio Schengen de la informática ambiental.
Si es que prospera, en principio, el proyecto en discreta marcha, que invariablemente se filtra. Podrán negarlo, pero políticamente se maneja, hasta hoy, según nuestras fuentes, en el influyente ámbito del Sistema de Medios Públicos. Es el engendro fabuloso que preside Tristán Bauer, consagrado por las latas de Encuentro, del baúl de Filmus. Pero acaso también introduce alguna coma, o un punto y coma, en el ambicioso proyecto, la Secretaría de Comunicaciones. A cargo del perfil bajo del arquitecto Salas.
Lo gravitante para destacar es la vigencia del culto -casi excesivo- hacia la religión del secreto.
Para mantenerse, al menos, hasta la promulgación de la sofocante Ley de Servicios Audiovisuales. Bautizada por el Portal -y para la posteridad-, como la Ley Anti Clarín.
Derivó, la postura, en la más sorprendente victoria senatorial. Goleada de 44 a 24 que certifica, en primer lugar, la contraofensiva admirable del kirchnerismo, mientras venía sumido en la más espantosa fragilidad. Certifica, además, la intrascendencia de una oposición estructurada a la medida del oficialismo. Al que le sirve.
Victoria -en versito- anticipatoria. De la caravana inagotable de demandas judiciales que se amontonan en los amagues del horizonte. Las cuales serán abonadas, en todo caso, por Cobos. Por Reutemann o Macri. Por Caselli o Duhalde. Estadistas anticipatoriamente quejosos por la herencia a recibirse. Claveles.
Vanguardias
La revolución inalámbrica del Wi Fi desembarca en el aire espesamente denso de la provincia de Buenos Aires.
En la materia, la vanguardia revolucionaria, el lugar de la innovación, le corresponde al Estado Libre Asociado de San Luis (ELAS). El enclave -casi- emancipado que dirigen los hermanitos Rodríguez Saa.
Incluso Alberto, el gobernador del ELAS, suele hacer permanente campaña argumental, y sobre todo publicitaria, con la cuestión efectista del Wi Fi.
Emanaciones que impregnaron, de modernismo informático, la totalidad del territorio (casi) independiente.
Cabe consignar, para constar en actas, que la idea de la «wificación» también había surcado por la testa calva de monsieur Telerman.
Cuando Telerman era el «monsieur Le Maire» del artificio institucional de Buenos Aires, la Capital.
Pero naufragó en el impulso. Tal vez porque Telerman se disponía a pugnar electoralmente por la alcaldía, contra Filmus y el ganador, Macri. No podía herir la sensibilidad de quienes mantienen, aún, entre la obsolescencia del cablerío, la «posición dominante». Es decir Fibertel. Cablevisión. Clarín.
Tecnicismos
Wi Fi procede de Wireless Fidelity.
«Estándares para las redes inalámbricas», nos confirma, técnicamente, otra Garganta.
«Para que entienda, Rocamora, son interconexiones sin cables. Inspiradas, dicto para que no se equivoque, en las especificaciones IEEE 802.11.
(Consultar, al respecto, cualquier diccionario informático).
Es el Institute of Electrical and Electronics Engineers».
Trátase -la IEEE- de la institución fundada en los Estados Unidos, en 1884. Contiene miembros de 140 países. Especializada en «el campo aeroespacial, computacional. En comunicaciones derivadas del 802.11 B».
Para el tráfico incesante de Internet, el Wi Fi se instaló, en principio, en los aeropuertos. En determinadas estaciones ferroviarias. En hoteles, restaurantes. Sobre todo en escuelas y universidades.
Antes de consagrarse, en el plano doméstico, en el Estado Libre Asociado de San Luis, la wificación fracasó, de manera rotunda, en ciudades culturizadas como Filadelfia. También en la pecaminosa San Francisco, en la monotonía de Houston. Pero la wificación casi total se logró en Albacete, España. «Donde la Red se viste, entera, de Wi Fi».
Contaminaciones
Las emanaciones -las ondas radiales-, parten desde las redes. De las torres que se van a construir en los distritos aportadores de sufragios, a escogerse.
Pero son -las emanaciones- tres veces más potentes que las ondas que brotan desde los teléfonos celulares.
Se desconocen, hasta hoy, los riesgos que el sistema presenta en materia de salud. Las contaminaciones probables, que emergen de las excesivas irradiaciones que produce la atmósfera informática.
Los alarmistas del mundo invocan riesgos severos. Proceden, en general, según los partidarios del Wi Fi, de los interesados en la continuidad eterna de los servicios de cables. Con las bandas anchas, del espesor de las facturaciones.
«La radiación de microondas, en el rango de frecuencia Wi Fi, causa cambios de conducta. Activa el stress. Interfiere ondas cerebrales. Altera funciones cognitivas».
Lo sostiene el rector de la Universidad Lakehead, de Ontario, Canadá.
Precavidos, se resisten en Ontario a aplicar el sistema, hasta asegurarse la carencia de peligros.
La contaminación electromagnética inquieta, hasta la exageración, en Alemania. Sugieren proseguir con la inofensividad mercantilista del cableado. Al extremo de prohibirse, en cuantiosas ciudades, el Wi Fi (Ver The Independent, Geofrey Lean).
Espera del DNU
Antes que se divulgue el Decreto de Necesidad y Urgencia, firmado por La Elegida, se descuenta que, los que estimulan el proyecto de wificar Buenos Aires, tomaron los recaudos sanitarios.
Desde la competencia de Tristán Bauer, titular del Sistema de Medios Públicos -en armonía con la Secretaría de Comunicaciones-, se movilizaría, según nuestras fuentes, el proyecto wificador.
El Portal queda a la espera del DNU. Del llamado posterior a la licitación. Con la presumible escenografía de los shows encadenados, para lucimiento de La Elegida.
Demasiadas torres deben construirse. De ningún modo pueden escaparse del ámbito de De Vido.
A través de la wificación inicial de los cinco -o siete- distritos del conurbano, se afectarán, irremediablemente, las facturaciones de los servidores privados. De Fibertel, que mantiene la «posición dominante». Y en menor medida, de los servidores de la perrada. Como AOL, Sion, Speedy.
La disminución -se calcula- oscila el 25 por ciento. Para arrancar no está mal.
Al trascender el profesionalismo del texto, los titulares de los servidores privados se verán sometidos, de pronto, al acosante dilema de la reducción del ingreso. O al desafío de anotarse, en todo caso, en la onda inalámbrica que invariablemente se les viene.
Les va a costar, eso sí, a los empresarios, oponerse. Invocar los miles de glucolines invertidos en los cableríos varios. Obturar, en definitiva, la iniciativa popular.
Que Internet sea, como el fútbol, gratis.
Oberdán Rocamora
para JorgeAsísDigital
Continuará
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