Mando inquietante
ZONA MILITAR: ¿Quién es El Respetado?
Artículos Nacionales
Puede confirmarse que existe un jefe militar, con mando de tropa, inquietantemente respetado.
Abajo. Por la perrada.
Sin embargo, para protegerlo, nadie quiere decir, en voz alta, quién es.
Prefieren, para confundir, lanzar el nombre de cualquier perejil.
El cuadro militar, el misteriosamente aludido, mantiene una persistente presencia entre las expresiones de deseos. De quienes aspiran a ser reivindicados por la sociedad.
La sociedad que les exhibe, para condenarlos, la espalda.
¿El Respetado es, acaso, un comandante de cuerpo?
Puede tratarse de determinado coronel que también tiene mando de tropa, en el interior.
Suele confortar, El Respetado, según Gargantas, con el diseño de un futuro, para la institución, venturosamente honorable.
A veces, incluso, cuentan que El respetado reconforta no exclusivamente a los subordinados. Porque también atenúa -idealizan- la culpabilidad de sus superiores.
Y que hasta envía mensajes solidarios, El Respetado, a los familiares de los presos.
Pero todos coinciden, razonablemente, que El Respetado, para la civilidad, debe pasar lo más inadvertido posible. Hasta que irrumpa la utopía del momento crucial, vengativamente oportuno.
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Seis Generales
Razonablemente, la Ministra Nilda Garré, busca, para reemplazar al General Bendini, como Jefe del Estado Mayor del Ejército, a un General que sea no exclusivamente funcional, sino también representativo de los cuadros medios. Los cuales, irreparablemente, la detestan. Tanto a la Ministra como a su jefe político, el Presidente Real, Kirchner.
A los efectos de incendiarlo, se lanzó a rodar la preferencia presidencial por el General Schurlein. De la promoción 102, tres años más moderno que Bendini.
Hicieron crecer el rumor, hasta gastarlo. Basamentado en el atributo presunto de una excelente relación con la señora Cristina, la Presidente Delegada. A través, para colmo, de su esposa. Colaboradora de Cristina en el senado. Casi amiga.
De los dos Generales de División, que no mueven el dínamo, y de los 35 generales en actividad, puede confirmarse que hay 6 Generales que se encuentran, según nuestras fuentes, en condiciones de reemplazar, si por ellos fuera mañana mismo, al Flaco Bendini.
Apuntar los nombres: el del ya citado, y gastado, caballero Schurlein.
Un Fernández, el infante del Cuerpo II.
Prieto Alemandi, alias El Chiquito.
Dotto, Héroe de Malvinas, un antártico y De Vido boy.
Bruera, alias Tanguito. Incluso grabó un CD. El Portal le recomienda abstenerse de entonar, en adelante, el tango «Chorra».
Por último, con menores perspectivas, Anchluss.
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El Espía y El Benefactor
En la abrumadora asfixia de los mentideros, o en las tertulias intrascendentes de los casinos de oficiales, nadie daba un vaso de agua por la continuidad de la Ministra Garré.
Pero la señora Garré consiguió readaptarse a las ceremonias del cesarismo conyugal.
Gracias, en definitiva, a las equivocaciones del general Montero, El Benefactor.
Montero se encontraba a cargo de la Jefatura II. Área de Inteligencia. Aspiraba, como gloria de mínima, a quedarse. De máxima, vaya a saberse.
Alguna Garganta irrebatible, notifica que Montero, El Benefactor, ya muy seguro del reemplazo de Garré por el Aníbal, decidió deslizarse, sin redes, entre ejercicios de acrobacia.
Por lo tanto cuentan que Montero confió, para proyectarse, en versión de la Garganta, en la amistad de un espía. Es como creer en la renguera del perro.
En el circuito cerrado del espionaje, indican los manuales que los afectos deben ser transitorios. Sobre todo entre los pesados, siempre cambiantes, de la comunidad de inteligencia.
Aquí, las Gargantas coinciden en aludir a los mecanismos de comportamiento del señor Pocino, el Director de Reunión de la SIDE, hoy la SI.
Pocino, al impuesto estilo Jaimito, suele recrear, en su ascenso irresistible, su propia mitología. Se lo responsabiliza de cualquier travesura que ande suelta. Incluso, hasta de las que hace.
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