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Betancourt por «El Chacal»

Trueque entre Chávez y Sarkozy. Avanza la Diplomacia Espectáculo.

Osiris Alonso DAmomio - 16 de agosto 2007

Artículos Internacionales

Betancourt por El Chacalpor Osiris Alonso D’Amomio
especial para JorgeAsisDigital

A su manera, profesionalmente legítima, la periodista colombiana Patricia Poleo es, también, otra Adelantada. De otra categoría.
Por informar, anticipadamente, sobre la inmediata liberación, en territorio de Venezuela, de la franco colombiana Ingrid Betancourt. Y a los efectos de ser remitida, para algarabía de Nicolás Sarkozy, a Francia.
La frustrada candidata a presidente de Colombia, Ingrid Betancourt, fue secuestrada, en el 2002, por la veteranía revolucionaria de las FARC.
Al unísono, los voceros autorizados, como los vocacionales, salieron a desmentir la primicia trunca de Poleo.
En realidad, aparte de buenas intenciones, algo había. Poleo se encontraba en la senda.
Se asiste al entrecruzamiento de datos verosímiles, debidamente tergiversados por las acciones de contrainteligencia.

Sarkozy y Chávez

Chávez emerge, en la actualidad, como el único estadista iberoamericano que mantiene un cierto ascendente sobre las anquilosadas FARC.
Y Nicolás Sarkozy, por su parte, disfruta de su condición de estadista, de escoba nueva. Por lo tanto, en la barrida, se entrega al exhibicionismo de la diplomacia espectáculo. Con un afán frontalmente protagónico, que explica la designación, como Canciller, de quien fuera el socialista más televisivo, Bernard Kouchner.
«Su reino por una cámara», solía ironizar cierto Nik de París, para parafrasear a Shakespeare.
La cuestión que Sarkozy arrancó con el show de la diplomacia desfachatada. Con la colaboración del instrumento inquietantemente encantador. La emocionante Cecilia Sarkozy. Una Primera Dama levemente indigna. Cecilia sorprendió, de repente, con el logro de la libertad de las enfermeras búlgaras. Las que se encontraban presas en Libia, acusadas de entrometer, en la relativa pureza de la región, el sida.
Sin embargo, las iluminaciones de las primeras planas no alcanzaron a atenuar el impacto de la simultánea venta, al estadista Kaddafi, del más sofisticado armamento francés.
Ahora, la liberación de Ingrid Betancourt es, para Sarkozy, el próximo objetivo.
Para lograrlo, resulta crucial encolumnar, en el proyecto, a Chávez. Por su predicamento, moralmente bien abonado, ante las FARC.
Colaborar en el «objetivo liberación» de la señora Betancourt significa, para Chávez, la posibilidad de tender indispensables líneas de persuasión hacia las sociedades europeas. Sobre todo a sus líderes, quienes, racionalmente, le desconfían.
Sin embargo la predispuesta generosidad de Chávez también suele cotizarse, bastante cara.
Porque Sarkozy tendría que ofrecerle, a Chávez, en este caso, una recíproca prueba de amor.
Por ejemplo, la liberación del que fuera el temible Carlos Ilich Ramírez. Más conocido, en la avejentada farándula guerrillerista, como El Chacal.
A propósito, se encuentra detenido, El Chacal, en una prisión francesa. Desde que fuera entregado, en delivery, por los sudaneses que lo protegían. Fue luego de un intento de cirugía facial, en el hospital más presentable del misericordioso Kahrtoum.
Otro dato sirve para complementar la historia.
Carlos Ilich Ramírez, El Chacal, es primo hermano de Rafael Ramírez Carreño, el poderoso Ministro de Energía y Petróleo.

Confiar y esperar

Después de todo, Chávez es también adicto, como Sarkozy, a la diplomacia espectáculo.
Si la componenda del trueque avanza, Chávez puede cumplir, al fin y al cabo, con los esfuerzos prometidos, al Chacal, en una Carta célebre. Para liberar «al Distinguido Compatriota». Cuando evocó las palabras finales del «Conde de Montecristo», el novelón de Alejandro Dumas:
«La vida de los hombres está cifrada en dos palabras. Confiar y esperar».

Osiris Alonso D’Amomio

osiris@jorgeasisdigital.com

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